Microcirugía que consiste en abrir la
zona rasgada del lobulo de la oreja con el fin volverla a coser a través de varios puntos (normalmente entre tres y cinco) de sutura.
Al finalizar la zona intervenida de la oreja se tapa con el fin de evitar posibles infecciones, aunque son muy poco frecuentes en este tipo de cirugía.
La cirugía del lóbulo de la oreja o
lobuloplastia se realizan con anestesia local y de forma ambulatoria, es decir, no requiere la hospitalización del paciente.
Habitualmente se
disminuye el tamaño del lóbulo mediante excisiones en cuña, con cicatrices que suelen ser muy discretas, apenas se aprecian, en la gran mayoría de los casos.
Esta intervención tiene una recuperación muy rápida, en un máximo de 7 días el paciente podrá reactivar su vida totalmente normal. No es necesario el uso de anestesia general, y en poco más de
media hora por cada oreja, se lleva a cabo el procedimiento.
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Existen dos técnicas:
Lobuloplastia o cirugía del lóbulo: Pequeña intervención para reconstruir el lóbulo de la oreja, cuando está rasgado o para cerrar dilataciones, tal y como detallamos arriba.
Cuando está deshidratado: Sin cirugía, mediante la infiltración de rellenos de ácido hialurónico o hidroxiapatita cálcica.
